Las agencias de calificación crediticia son actores silenciosos pero tremendamente influyentes en el mundo económico y financiero. Aunque no emiten leyes ni imprimen dinero, una simple letra en sus informes puede alterar los mercados, encarecer la financiación de un país o hundir el valor de una empresa.
Pero, ¿qué hacen exactamente estas agencias? ¿Quién las controla? ¿Y por qué sus calificaciones tienen tanto poder?
¿Qué es una agencia de calificación crediticia?
Una agencia de calificación crediticia es una entidad que evalúa la solvencia de emisores de deuda: gobiernos, empresas, entidades financieras o productos como bonos o titulizaciones. En otras palabras, analizan la capacidad que tienen estos emisores para devolver el dinero que han pedido prestado, junto con sus intereses.
Las tres agencias más conocidas a nivel mundial son:
- Moody’s
- Standard & Poor’s (S&P)
- Fitch Ratings
Estas agencias asignan una nota o calificación, que sirve como guía para los inversores sobre el nivel de riesgo de impago que implica invertir en ese emisor o instrumento.
¿Qué significan las calificaciones?
Las calificaciones se expresan con combinaciones de letras, y varían ligeramente según la agencia. Aquí un resumen básico:
Nivel S&P / Fitch Moody’s
Alta calidad (bajo riesgo) AAA Aaa
Buena calidad AA+, AA, AA- Aa1, Aa2, Aa3
Nivel medio A+, A, A- A1, A2, A3
Riesgo creciente. BBB+, BBB, BBB- Baa1, Baa2, Baa3
Grado especulativo BB+ o menos Ba1 o menos
En impago o casi impago CCC, D C, D
Por debajo del nivel “BBB-” en S&P o “Baa3” en Moody’s, hablamos ya de bonos basura o high yield, es decir, instrumentos con alto riesgo y mayor rentabilidad potencial.
¿Qué sucede cuando cambia una calificación?
Una rebaja de calificación significa que el emisor ha perdido parte de su capacidad de pago o su situación financiera se ha deteriorado. Esto puede provocar:
- Subida en los tipos de interés que debe pagar para financiarse.
- Salida de inversores institucionales (que no pueden tener activos de alto riesgo).
- Caídas en el precio de sus bonos o acciones.
- Desconfianza general en el mercado.
Por otro lado, una mejora de calificación indica una mayor solvencia y puede atraer nuevas inversiones, reduciendo el coste de financiación.
¿Son infalibles estas agencias?
Aunque sus análisis son técnicos y complejos, las agencias han sido criticadas por:
- Posibles conflictos de interés (ya que suelen ser pagadas por los propios emisores a los que califican).
- Fallos notables, como no prever la crisis de las hipotecas subprime en 2008.
- Dar calificaciones demasiado optimistas a productos que luego resultaron tóxicos.
Aun así, su papel sigue siendo clave en el ecosistema financiero global.
¿Por qué te interesa esto como inversor?
Si inviertes en bonos, fondos o acciones, debes entender cómo una simple revisión de calificación puede impactar tus activos. También te permite interpretar mejor el riesgo que asumes y diversificar de forma más consciente.
Además, muchas gestoras utilizan estas calificaciones como filtro inicial para construir sus carteras, lo que multiplica su influencia.
En resumen: Las agencias de calificación no solo observan el riesgo financiero… lo crean y lo destruyen con sus valoraciones. Conocerlas, entender cómo trabajan y cómo interpretar sus notas es fundamental para cualquier persona que quiera tomar el control de sus finanzas o inversiones.